Cuando oigo la palabra verano, siempre se me pone una sonrisa en la cara, pero no por el hecho de dejar atrás un año de estudio y trabajo, sino porque para mí esa palabra es un sinónimo de reencuentros.
Reencuentros con esos amigos que viven fuera de Madrid y eligen unos días o semanas de su tiempo de vacaciones para venir a Madrid y pasar momentos inolvidables. Recordar momentos vividos tiempo atrás, volver a repetir experiencias que en su día marcaron un antes y un después en su vida, momentos que hicieron que esa amistad que ya existía, se estrechase mucho más y multitud de momentos que ni si quiera sería capaz de describir en solo unas líneas...
Adoro estos días, pero como todas las cosas, el verano tiene su lado malo o bueno, no malo, sino triste, ya que también amigos, que consideras parte de tu familia, vuelven a sus ciudades natales y hay que esperar casi tres meses para volver a verlos de nuevo...
Este año especialmente, aunque no sé cual es la razón, estoy especialmente nostálgica... me pongo a ver fotos de otros veranos, escuchar música que estuvieron de moda, hace unos cuantos veranos, gente que estaba conmigo hace años y que a día de hoy han desaparecido de mi vida...
Para terminar os dejo el link de una canción de hace unos cuantos años y que baile no hace mucho tiempo, con gente que pasa conmigo muchos días a lo largo del año y que se han convertido en mi segunda familia, mi gente de teatro.
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